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arte de acción, efecto optico, exposicion, Maria AA, naranjas, olor, proceso, transformacion, Victor Tenorio, vulva, Weber-Lutgen
Vale, aún no lo he explicado. La frase título del post no viene a cuento de nada. Va a ser una frase que he pesque al vuelo cuando ande por la ciudad o compre en el súper y que se me quede pillada, o bien oservaciones a partir de mi realidad. Hay una historia detrás, pero no voy a contarla, sólo la conclusion con la que me he quedado.
Hoy me he descabellado. Asi es como llamo a la primera depilacion del año. Soy de fisionomía berebere, asi que eso quiere decir que tengo bastante bello. Sigo sin llevar bien el proceso, lo sufro como un castigo, pero disfruto mucho viendo cómo se evidencian los resultados. Es un contraste tremendo. Vamos, que luce.
Ya que estaba con transformaciones y la persona que me lo iba a hacer me pareció prudente (que no se iba a lanzar como con «corteme solo las puntas y sales rapada») me lancé a hacer algo que siempre he querido: delimitar el dibujo de las cejas. Tambien se nota, mucho.
A la salida me encontré con una foto que no puede evitar llevarme. Me pasa, ya las iré poniendo tal y como las vaya cazando. Ejercicios de la mirada. Como pescar.
Por el camino he estado recogiendo naranjas de los arboles. ¡Justo ahora las están quitando! (Murphy me ama). Y encima donde las han dejado las han quitado hasta la altura de la mano. Ahi me teneis pegando brincos para llegar a ellas, con la ducha de gotas de lluvia acomuladas en las hojas y sólo algun hombre alto que me ha cogido un racimo especialmente hermoso. Subiendo a los troncos como podia, con unos arañones que te hacen las púas que aun me arden. ¿lo veis? si no hace falta nada para montar un show…
En la galería mucho trabajo. Hasta ponernos al dia de como queremos que vaya quedando (y con transformaciones continuas) quedarán aun varios dias de dormir menos de lo recomendable. Me alegra mucho que nos guste tanto nuestro trabajo. Ed se lo está pasando en grande con las programaciones y posiblidades del streaming.
Una de las performances que he hecho, del 2008, se llama «Naranjas Amargas». En ella hago un paralelismo entre las naranjas amargas y las personas emprendedoras aqui. Lo voy exlicando mientras vestida de flamenca voy pisoteando con los tacones un montón de naranjas amargas. El olor lo va impregnando todo. Eso es algo que se pierde con la documentacion, la dimension del olor es aún mas dificil de documentar que la del sonido o el tacto. En el museo de Huelva, donde hice la acción me comentaron «ya han pasado tres dias y aún cuando llegamos por la mañana nos viene el olor tan bueno a naranjas». Eso, si no es en vivo, es un sentido (o un aspecto) que se pierde (y por lo tanto se suele ignorar).
En el muro donde están los objetos de las performances tengo puesto un plato en el que aplastaré cada día naranjas amargas para que llenen la galería con su olor.
Hoy ha venido a verme (mi cita del dia) Victor Tenorio Rey. Hemos hablado paseando por la exposición y le he propuesto una acción muy simple: quedarnos mirando el objetivo de la cámara fijamente, tratando de no pestañear, ofreciendo un contraplano a los que vean el video y nos observaban por streaming. Hemos estado asi unos 10 minutos (reales). Una experiencia increible. Se nos ha ido la olla, hemos dejado de ver, se nos han saturado las retinas y han comenzo a ocurrir extraños efectos ópticos. Luego no hemos parado de gesticular intentando contarnos el uno al otro lo que nos ha pasado. Ha sido fantástico.
El video de hoy ha sido: «Sin Título (Contraplano)»